La economía circular
Es un tema muy de moda así que, como parte del grupo de artículos sobre las nuevas economías de la era tecnológica, hoy vamos a explicar qué es la economía circular.
Dicen que es un tema nuevo, aunque la verdad es que yo lo veo como una extensión de cómo solían ser las cosas hace 30 años. Me explico.
Si tienes más de cuarenta años recordarás que cuando eras pequeña/y o se rompía la televisión, tu padre o madre llamaban al técnico. Venía un señor a casa, abría el mostrenco por la parte de atrás y, tras quitar años de polvo- miraba y te decía “pues se ha roto el tubo catódico”, o “se ha quemado tal fusible”. Y te lo cambiaba con un repuesto. Si era algo grande, a lo mejor se llevaba tu tele al taller. Si no, venía después de comer.
Pero te arreglaba la tele. Igual que arreglaban los electrodomésticos, los equipos de música y hasta el teléfono de casa.
Los componentes rotos se los llevaban los técnicos y, una de dos, o los arreglaban después ellos, o se los devolvían a la empresa que los fabricaba para que los reutilizasen.
Pues esto describe el 50% de la economía circular. El otro 50%, la parte que sí es nueva, es la de fabricar la televisión en sí usando materiales reciclados.
En palabras un poco más técnicas, la economía circular consiste en la producción completamente atenta a minimizar o eliminar el uso de recursos nuevos, maximizar el reciclaje o la reutilización, y asegurar que la producción sea reparable; de no ser reparable, el segundo énfasis se pone sobre el reciclaje de todos los componentes del producto. Tiene un enfoque muy claro en estudiar cómo reducir el consumo de materias primas nuevas, tanto en producción como en desecho. Se distingue del modelo linear de producción: extraer/minar (materias primas), construir, usar -y tirar-.
Dicen que la economía circular es buena para el medio ambiente pero mala para las empresas. ¿Es cierto?
Los recursos de nuestro planeta no son inagotables. Llevamos desde los años 80 reciclando. Este es un lógico segundo paso. Del mismo modo que en los años 80 y 90 había gruñones que no querían apuntarse al tema del reciclar, dicen que es malo para las empresas.
No; es cierto que tanto el reciclaje como la economía circular afectan a las empresas proveedoras de materias primas en bruto; cuando se empezó a reciclar papel, las papeleras talaban menos árboles y obviamente hubo recortes en ese sector. Con el reciclado de plásticos se necesitaba menos crudo, aunque probablemente el efecto de esos recortes no fue tan fuerte ya que el petróleo tiene un sinfín de utilidades. El reciclado de metales no afectó la minería porque es una demanda que sigue en crecimiento. El paro no subió con el advenimiento del reciclaje; al contrario, el sector del reciclado tuvo que ser creado desde los cimientos, y eso generó muchos puestos de trabajo más de los que se perdieron, y nuevos tipos de capacitación. Hoy en día las papeleras han aprendido a reciclar papel.
Es lo que ocurre con el modelo empresarial actual: necesita adaptarse a la economía circular. Como ejemplo hablemos de las bombillas. Los ingenieros eléctricos saben hacer bombillas que no se fundan nunca. Hay bombillas de las originales que llevan ardiendo más de cien años. Si bien es cierto que esas bombillas consumen cantidades ingentes de energía, lo que quiero decir es que podríamos tener bombillas que no se rompiesen. Pero a los fabricantes no las fabricarían. Del mismo modo que a Apple no le interesa que puedas arreglar el nuevo iPad, que es imposible de abrir. Les conviene que reemplaces el objeto en sí, porque ganan más dinero.Hay que dar gracias que la gente está empezando a entender el error de estas prácticas. El número 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Global de las Naciones Unidas, las metas a las cuales ya se han adscrito 193 países lee “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”.
Aunque no lo publican a los cuatro vientos, hay muchas empresas – en campos que uno consideraría reacios a la economía circular- que ya están introduciendo cambios en sus producciones para introducir este modelo en la producción; para leer sobre algunas de ellas, mirad aquí.
Sin embargo, siguen habiendo muchos cínicos –y empresarios acomodados- que piensan que, porque su modelo empresarial lleva 30, 40, o hasta 100 años funcionando y generando ganancias, no necesitan cambiar.
Están muy equivocados. Que miren a prensa, si no. Hasta hace 20 años los periódicos eran impresos. Hoy la gran mayoría de las personas lee el periódico en línea y solo hay que mirar las estadísticas de suscripciones impresas para ver cómo ha cambiado el modelo empresarial de esta institución extremadamente lucrativa de más de 150 años…
Hay otros que aseguran que la economía circular corta el consumo nuevo, lo cual quita beneficios a las empresas.
Hace poco hablé del giro negativo que han hecho las grandes empresas en los últimos 30 años, para las que lo único que importa es el beneficio neto, ya que de los beneficios dependen los salarios de sus ejecutivos y los dividendos de sus grandes accionistas; y a estos solo les interesa ganar más y más. Este giro se ve en los destrozos medioambientales, el cese del incremento salarial a los trabajadores de bajo nivel, y el auge insólito de la economía autónoma, sobre la que podéis
Al fin y al cabo, nada es impermeable al paso del tiempo y, según los expertos, la revolución tecnológica acaba de empezar. Las Metas Globales que he mencionado antes no son ninguna broma: son una manera realista de atajar el problema de una sobrepoblación global creciente, la necesidad de alimentar a esa población, de darles trabajo y ayudarla a convertirse en un grupo productivo, y hacer todo esto de una manera que no destruya el planeta, ya que es del planeta de quien dependemos para la alimentación y los recursos necesarios para mantenernos a todos.
La economía circular es tan solo uno de los engranajes de esa maquinaria productiva y sostenible que se plantea ofrecernos a todos un futuro viable; podríamos decir que es un engranaje que cimienta un nuevo tipo de mentalidad, el que postula proveer para hoy, pero planeando que siga también proveyendo mañana. Además es un modelo que necesita la capacitación presente y futura de muchas más personas, lo además conlleva la mejora de la calidad de vida global. No puedo tener mucha simpatía por las personas y las empresas que insisten en defender el modelo de sacar-crear-usar-tirar porque a mi entender, es un modelo obsoleto y egoísta. Bienvenidos sean los que apuestan por un futuro productivo, razonable, sano y sostenible para todos, planeta incluido.
Si quieres leer más sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible Global, esta es la página oficial de la ONU sobre el tema.